La Cárcel Es La Muerte Social
La
cárcel es la muerte social, cementerio de soñadores y pensadores, el preso es
un muerto viviente, un zombi, su vida se reduce a dos planos. Acontecer biológico:
Alimentarse, dormir, asearse, respirar, realizar las necesidades fisiológicas.
Y la existencia psíquica: Un mundo de imágenes en el cerebro, un murmullo de
voces al otro lado del auricular del muro, la ilusión, la esperanza, esa
quimera que nos permite soportar el dolor y arrastra la pesadez de la materia
de una vida miserable, aplazando esas fuerzas destructoras que se incitan a una
situación definitiva.
El
tiempo para los muertos en la prisión no existe, se ha hecho eterno, la
percepción del tiempo tiene un sello de subjetividad de la experiencia
individual, para el preso tiene dos dimensiones: la interna, tiempo
enclaustrado, la dimensión surrealista de una burbuja, una campana cerrada de
tiempo muerto, de bochorno y tedio de vegetar entre el hormigón y el hierro. Un
cuerpo es una tumba que se deteriora progresivamente ante la mirada indolente
de funcionarios y guardias, tiempo interminable arrancando a trozos la
existencia, una zarpa que roe la vida.
La
oposición política y social en Colombia continua siendo objeto de la violación
de sus derechos, el etiquetamiento, las amenazas, el asesinato, el
desplazamiento forzado, el seguimiento ilegal y la desaparición son prácticas
que no cesan.
En
Colombia las organizaciones políticas y sociales que realizan seguimiento,
estudios de campo y acompañamiento a los diferentes sectores sociales, miles de
personas que gritan basta de la desigualdad social, por una vivienda digna, por
una salud de calidad, por una educación integra y popular, por un Agro que
beneficie al pueblo en general y para el que cultiva. Todo esto nos lleva a
seguir alimentando esa llama de esperanzas y utopías no muy lejanas.
Hoy
desde el hormigón y hierro, mañana con ustedes, mamá, papá, hermanos, hermana,
toda mi familia, para esa persona que está en las buenas y en las malas,
compañeros y compañeras de tristezas, risas y lucha contra la moral encendida
que nos caracteriza, no callemos, no cerremos los ojos, con la cara en alto
seguiremos añorando esos sueños de justicia y libertad.
Fuerza
y lucha a todxs
Óscar Eduardo Gasca
GarzónCementerio de Rivera
Patio 4
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